Para algunos lo que comenzó el 18 de octubre es sinónimo de esperanza por una vida digna, y para otros ésto no ha sido nada más que una revuelta de violentistas de un determinado sector político.
¿Han cambiado en algo las cosas? ¿Se ha logrado algo?
Han habido muchos cambios, pero lastimosamente éstos sólo han sido perjudiciales para la población, y lo que es peor aún, es que no se ha logrado nada. Las autoridades sólo han demostrado hacer oídos sordos a las demandas sociales, y además, con apoyo de los medios de comunicación se han dedicado a criminalizar al movimiento, muchas veces por medio de montajes creados por las FF.AA.
Ya a casi cinco meses desde que "Chile despertó", se han confirmado la muerte de 34 personas, más de 3400 heridos, más de 350 personas con daños oculares y algunos casos de violencia sexual. ¿Todo ésto ejercido por quién? por Carabineros de Chile, policía cuya finalidad es mantener el orden público, la seguridad pública y cumplir las demás funciones que le encomiendan la Constitución y la ley. ¿Cómo es posible que quienes debieran resguardar nuestra seguridad abusen de su poder y hagan lo que quieran con la gente sin recibir sanción alguna? Y es que pareciera ser que con todo ésto que está pasando, el concepto de Derechos Humanos no es nada más que un adorno, porque en nuestro país constantemente se están violando estos derechos y nadie se hace cargo. Las sanciones aplicadas a los transgresores de derechos humanos son ridículas, la justicia en Chile es una burla, ¿cómo es posible que un civil se vaya preso por golpear un torniquete y un carabinero que mató a un persona quede con firma mensual? ¿Tan poco vale la vida de una persona?
Es preocupante ver como las autoridades le dan más relevancia a la destrucción de infraestructura pública que a todas las violaciones de los DDHH que se han cometido hasta la fecha por parte de Carabineros, pues lo material se recupera, pero la vida no.
Se tiene una mirada muy crítica de los disturbios durante las manifestaciones, se dice que esa no es la forma de pedir las cosas, pero si no es así ¿entonces cuál es la forma? Si ya está en evidencia que protestando pacíficamente tampoco se logra algo. ¿Cómo alguien que nunca ha sufrido carencias, se atreve a juzgar el comportamiento de los manifestantes? ¿Acaso hay algo más violento que este sistema? ¿Cómo hacerle entender a alguien desde su posición acomodada que el pobre no es pobre porque quiere serlo? Violencia es la falta de oportunidades que hay como producto de la desigualdad, violentos son los allanamientos a las comunidades indígenas con armas de guerra, violento es el sueldo mezquino que no permite vivir una vida digna, violenta es la segregación por ser de bajo nivel socioeconómico, la mala educación pública, el mal sistema de salud, los robos de las pensiones, el modelo económico que permite que los grandes empresarios hagan lo que quieran con el país, el SENAME, etc.. Esa es la verdadera violencia, lo demás tan sólo es una respuesta a todo ésto.
Las autoridades condenan un tipo de violencia, que es la que atenta contra los empresarios y sus bienes, deberían de prestarle atención a los verdaderos destructores del país, que son los dueños de Chile, los que se han apropiado de cada recurso natural que pueden, sin importar las consecuencias que puedan traer, como la sequía por ejemplo.
Si una persona pobre roba, ésta se va a prisión, pero si lo hace un empresario, el sujeto hasta puede llegar a ser presidente, tal y como ocurre actualmente.
Entonces parece ser que lo que está mal en Chile no es la violencia como tal, sino quién la ejerce. En síntesis, para la justicia el problema no es delinquir, el problema es ser pobre.
